La Generalitat de Cataluña ha anunciado un proyecto para construir una planta desalinizadora en Girona con el objetivo de reducir la dependencia de las precipitaciones. Esta medida busca garantizar un suministro de agua más estable y menos vulnerable a las variaciones climáticas en la región. La nueva infraestructura forma parte de un plan más amplio para mejorar la gestión del agua y asegurar recursos hídricos sostenibles para la población y la agricultura local.
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