En menos de cien días desde su posesión, Salvador Illa ha generado controversia al nombrar a Miquel Sàmper como titular de Empresa y Trabajo, una elección criticada por su pasado vinculante a Junts y su breve período como consejero de Interior durante el mandato de Quim Torra. Sàmper, conocido por su oposición en 2017 a una operación de la Guardia Civil en Terrassa, tuvo una corta y polémica carrera en Junts, culminando en su apoyo a Illa y su alejamiento del partido independentista. Este giro ha sido visto por figuras como Jordi Turull y José Antich como movido por intereses económicos. La trayectoria de Sàmper refleja la percepción de la política catalana como una «agencia de recolocación,» alejándose de ideales independentistas y acercándose al pragmatismo político.
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