Este fin de semana, Estados Unidos será testigo de un día marcado por grandes contrastes, con la celebración de un desfile en honor al 250 aniversario del Ejército coincidiendo con el 79 cumpleaños del presidente Donald Trump. El desfile, que se llevará a cabo en Washington D.C., contará con la participación de 6.700 soldados, tanques, aviones históricos y espectáculos aéreos. Este evento ha sido declarado de “seguridad nacional especial” por el Servicio Secreto y se estima que tendrá un costo de entre 25 y 45 millones de dólares. En paralelo, se han organizado más de 2.000 protestas en todo el país bajo el lema «No Kings», en clara oposición a las políticas migratorias y autoritarias que muchos atribuyen a la administración de Trump.
Las manifestaciones, programadas para el denominado “Día de rebeldía en contra de reyes”, esperan congregar multitudes defendiendo las libertades civiles y protestando contra las deportaciones y otras acciones polémicas del gobierno. La respuesta oficial ha sido contundente, con la movilización de la Guardia Nacional en varios estados, incluidos Texas y Missouri, y declaraciones provocativas de algunas autoridades, como el jefe de policía del condado de Brevard en Florida. A pesar de las posibles tensiones, los organizadores insisten en que las protestas serán pacíficas, en un intento de mostrar al mundo una democracia vibrante y resistente ante las amenazas percibidas de autoritarismo.
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