La entidad ha denunciado que algunos inversores están intentando influir sobre el resto de los accionistas sin tener la intención real de participar en el próximo canje. Fuentes internas sugieren que estas tácticas de manipulación buscan desestabilizar el procedimiento, generando un clima de incertidumbre entre los implicados. Según los datos disponibles, estas maniobras no están respaldadas por un compromiso genuino, lo que ha generado preocupación entre los directivos sobre el impacto que podría tener en el desarrollo normal del proceso.
Expertos del sector destacan que este tipo de comportamiento es común en situaciones de reestructuración, donde algunos accionistas buscan aprovecharse del desconocimiento o el miedo de otros para obtener beneficios personales. La entidad asegura que está tomando las medidas necesarias para contrarrestar estas influencias y garantizar un proceso transparente y justo. Mientras tanto, la atención está puesta en las próximas decisiones de los accionistas y en cómo estos movimientos podrían afectar la estabilidad financiera a corto y largo plazo.
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