El tenista noruego Casper Ruud reflexionó sobre las dificultades del circuito profesional, destacando la necesidad de aprender a ser un buen perdedor. A sus 26 años y ocupando el puesto 15 del mundo, Ruud mencionó sentirse agotado por la rutina del deporte, pero confesó haber encontrado un equilibrio mental, afirmando que el ajuste de expectativas fue esencial para su mejora. En Madrid, está a punto de alcanzar un hito significativo, pues solo Jack Draper o Lorenzo Musetti pueden arrebatarle el título. En total, ha cosechado 11 victorias en tierra batida, superando a figuras como Stefanos Tsitsipas y Carlos Alcaraz en términos de triunfos en esta superficie durante el último lustro.
Ruud, quien nunca ha llegado tan lejos en la Caja Mágica, afrontará su primera final allí, destacando entre los tenistas activos por el número de finales en arcilla, solo detrás de Novak Djokovic. A pesar de sus logros, su popularidad sigue siendo modesta, algo que parece no importarle mucho. Ruud enfatiza que su auténtica pasión es competir al máximo, más que perseguir la notoriedad. Su concentración y esfuerzo le permitirán regresar al top 10 del circuito, tras superar a rivales de gran calibre en el torneo. Paralelamente, en la categoría de dobles, la dupla de Marcel Granollers y Horacio Zeballos resalta la presencia española, consiguiendo una valiosa victoria que les permite disputar otra final importante en su carrera.
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