A dos días de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el mundo mantiene su atención en un enfrentamiento decisivo entre Donald Trump y Kamala Harris. La contienda ha capturado el interés no solo nacional sino también internacional, siendo Rusia un observador atento de los comicios. Desde Moscú, el Kremlin ha lanzado advertencias directas, destacando la posibilidad de un intento de asesinato contra Trump si este intentara poner fin a la guerra en Ucrania, un conflicto que sigue siendo un punto crítico entre Washington y Moscú. Dmitri Medvédev, exmandatario ruso y actual jefe adjunto del consejo de seguridad, indicó que el resultado de las elecciones realmente no cambiará mucho en la política de Estados Unidos hacia Rusia, ya que considera que ambos candidatos representan el consenso bipartidista que busca la derrota de Rusia.
Medvédev, con tono crítico y desafiante, ha calificado a Kamala Harris como «estúpida» y «controlable», sugiriendo que su eventual presidencia estaría dirigida por un grupo de ministros y asistentes, con la influencia «indirecta» de la familia Obama. En cuanto a Trump, lo describió como «cansado» y sugirió que, si bien podría repetir promesas de negociación y relaciones amistosas, terminaría siguiendo las normas del sistema estadounidense, incapaz de detener la guerra en Ucrania. Finalmente, Medvédev señaló que el verdadero interés en juego es el dinero que Estados Unidos podría gastar en el conflicto, beneficiando su complejo militar-industrial y afectando a Ucrania. Las declaraciones reflejan las tensiones persistentes y las expectativas de Moscú sobre la influencia que las elecciones podrían tener en futuras relaciones internacionales.
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