El Kremlin ha expresado su interés por reanudar el diálogo sobre seguridad estratégica con Estados Unidos, en un contexto marcado por la reciente presentación del ambicioso proyecto «Cúpula Dorada» del presidente Donald Trump. Aunque los detalles del sistema antimisiles aún son escasos, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó la necesidad de restablecer los contactos para abordar cuestiones de estabilidad estratégica. Peskov también enfatizó que el desarrollo de tales sistemas es un «asunto soberano» de Estados Unidos, lo que sugiere que cada nación tiene derecho a protegerse según sus percepciones de amenaza.
Mientras tanto, China ha manifestado su profunda preocupación por la iniciativa de Trump, advirtiendo que podría desencadenar una nueva carrera armamentista. El costo del proyecto, que asciende a unos 175.000 millones de dólares, apunta a implementar tecnologías avanzadas en diversas áreas, incluyendo espacio y mar, para contrarrestar misiles de varios tipos. En medio de este panorama, las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran estancadas en torno al nuevo Tratado START, cuya expiración está prevista para 2026, generando incertidumbre sobre el futuro del desarme estratégico entre estas potencias nucleares.
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