Rusia ha llevado a cabo el ataque aéreo más intenso contra Ucrania desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, lanzando casi 300 drones explosivos y 69 misiles. Estos ataques han causado la muerte de al menos 13 personas, incluidos tres niños, y han dejado decenas de heridos, principalmente en la región de Kiev y otras zonas del país. A pesar de los esfuerzos de las defensas aéreas ucranianas, que lograron derribar gran parte de los proyectiles, los restantes causaron daños significativos. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha urgido a Estados Unidos a adoptar una postura más firme contra Rusia, enfatizando que el silencio internacional solo fortalece a Vladímir Putin y llama a imponer nuevas sanciones como respuesta a los ataques.
El gobernador de la región de Kiev confirmó la muerte de tres personas en los distritos de Obujiv y Bucha, mientras que otras diez resultaron heridas. En otras partes del país, como Jmelnitski, Mikolaiv y Yitomir, también se registraron víctimas mortales y heridos, incluidos menores. Los ataques han forzado la evacuación de personas y la destrucción de viviendas. En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, tres personas resultaron heridas. Por su parte, Rusia informó de la interceptación de 110 drones lanzados desde Ucrania. Este incremento de hostilidades se produce tras un intercambio de prisioneros, pactado tras reuniones en Turquía, que devolvió a 307 prisioneros a cada bando de los mil acordados.
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