La ciudad de Kiev se despertó con el sonido de sirenas antiaéreas y explosiones, luego de un ataque con misiles balísticos rusos en la madrugada del viernes. Las alarmas, que comenzaron alrededor de las 6:30 de la mañana, alertaron a los habitantes de que un ataque era inminente tras el despegue de aviones MIG-31K. A las 7:00, varias explosiones confirmaron las alarmas y los ciudadanos se dirigieron a refugios. Las autoridades de Kiev informaron a través de su canal oficial en Telegram que los restos de los misiles cayeron en tres distritos de la ciudad. Según las Fuerzas Aéreas ucranianas, en el ataque, en el que al menos una persona perdió la vida, se utilizaron cinco misiles Iskander-M/KN-23, los cuales fueron lanzados desde las regiones rusas de Voronezh y Briansk y posteriormente derribados según informes oficiales.
El ataque fue descrito por Rusia como una represalia a los misiles de largo alcance lanzados por Ucrania el día anterior sobre la región de Rostov. El Ministerio de Defensa ruso indicó que los objetivos fueron un centro de mando de la agencia de inteligencia SBU y la oficina de diseño de misiles Luch en Kiev, además de un sistema antimisiles Patriot. Los daños en Kiev son significativos: edificios de oficinas, un hotel y una tubería de gas en el distrito de Holosiivskii resultaron afectados, mientras que también se reportaron daños en los distritos de Dniprovskii y Solomianskii. Un testigo, un huésped del hotel Holiday Inn, narró cómo apenas logró evitar lesiones tras la explosión al evacuar su habitación rápidamente en respuesta a las alarmas. Las autoridades continúan evaluando la tragedia con un saldo preliminar de varios heridos, y los residentes de la capital intentan recuperarse del impacto de un asalto sin precedentes desde el otoño de 2022.
Leer noticia completa en El Pais.