El reciente incidente de la incursión de drones rusos en el espacio aéreo polaco ha generado tensiones significativas entre Rusia y los países de la OTAN. Ante esta situación, el Kremlin optó por no dar explicaciones claras, en su lugar, delegó en el Ministerio de Defensa, que emitió un comunicado ambiguo, sin asumir responsabilidad. Mientras tanto, Bielorrusia, aliada de Rusia, afirmó que los drones se extraviaron debido a la guerra electrónica en la región. Según Varsovia, al menos 19 violaciones del espacio aéreo polaco fueron registradas, vinculadas a estas aeronaves no tripuladas rusas, lo que aumenta la presión diplomática en medio de debates europeos sobre apoyo militar a Ucrania.
El contexto se complica con el inicio de las maniobras militares rusas Zapad 2025 cerca de la frontera polaca, donde Rusia probara sus capacidades militares en colaboración con Bielorrusia. Expertos como el analista Mark Galeotti sugieren que estas acciones pueden estar destinadas a evaluar la respuesta defensiva de la OTAN y enviar una advertencia en medio de tensiones sobre el despliegue de tropas de paz en Ucrania. La situación se agrava por la guerra electrónica en la región, que ha afectado incluso vuelos comerciales, mientras los propagandistas rusos despliegan teorías de conspiración que buscan desviar la atención de posibles provocaciones directas.
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