El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha disminuido las expectativas sobre las posibles negociaciones de paz en Ucrania, a pesar de que se mencionó un encuentro entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski. Lavrov subrayó que cualquier reunión de alto nivel debe planificarse meticulosamente, rechazando la noción de paz mediante cesión territorial. Indicó que los cambios territoriales podrían ser parte de la solución al conflicto, lo que refleja la postura de Moscú de proteger a la población rusa en regiones como Crimea y Donbás. Al mismo tiempo, sugirió que Moscú podría ser el escenario para una futura cumbre, aunque Zelenski mostró resistencia a esa idea.
Mientras tanto, la Unión Europea ha expresado su deseo de intervenir en las negociaciones, proponiendo un encuentro cuatrilateral. Emmanuel Macron planteó la posibilidad de que Suiza sea la sede, país que ya mostró acoger la reunión. En contraste, Lavrov criticó a las autoridades europeas por su papel en el conflicto y la venta de armamento. En Estados Unidos, Trump está acelerando los preparativos para un encuentro, seguido de una posible cumbre trilateral. Marco Rubio, secretario de Estado, sugirió que se requerirán concesiones recíprocas para poner fin a la guerra. Lavrov resaltó la necesidad de abordar las causas fundamentales del conflicto, citando la expansión de la OTAN como un factor clave.
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