Un ataque masivo, caracterizado por su gran potencia, ha sacudido el centro de Kiev poco después de la una de la madrugada del jueves. Las fuerzas rusas han lanzado un nuevo asalto combinado utilizando misiles y drones contra la capital ucraniana y sus alrededores. El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (DSNS) ha confirmado que al menos nueve personas han perdido la vida y más de 60 resultaron heridas, con 42 de ellas hospitalizadas, incluidos seis niños. La Administración Militar de la región de Kiev ha alertado sobre el uso de misiles balísticos en el ataque, anticipando que nuevas olas de ataques podrían azotar la capital en las próximas horas.
El ataque contra Kiev se produce en un contexto de escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania, ya que Kiev ha solicitado repetidamente una tregua en los ataques rusos con misiles y drones de larga distancia dirigidos a infraestructuras civiles, a lo que Rusia se ha negado. Esta situación complica aún más el escenario en la región, en medio de intentos internacionales por mediar en el conflicto y buscar una solución negociada que de momento parece lejana. La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estos hechos, mientras se evalúan posibles respuestas diplomáticas y humanitarias.
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