El Kremlin ha emitido una advertencia clara respecto a un posible cambio en la naturaleza del conflicto con Ucrania, destacando que el permiso de Estados Unidos a Kiev para utilizar misiles de largo alcance en territorio ruso significaría una nueva etapa cualitativa en la participación estadounidense. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso Vladímir Putin, ha señalado que esto podría interpretarse como una declaración de guerra por parte de la OTAN, EE. UU. y los países europeos. Estas declaraciones llegan tras informes del domingo por parte de Reuters, The New York Times y The Washington Post, que sugieren que el presidente saliente estadounidense, Joe Biden, ha autorizado al ejército ucraniano el uso de los cohetes ATACMS en territorio ruso, un cambio significativo en la política de Washington hacia el uso de estas armas.
En respuesta a las publicaciones, Peskov ha indicado que las acciones de EE. UU. buscan avivar las tensiones en el conflicto. Al mismo tiempo, Rusia ha ajustado su doctrina nuclear para contemplar el uso de armas de destrucción masiva en caso de una agresión apoyada por una potencia nuclear, subrayando el potencial peligro de una escalada armamentista. Mientras tanto, el portavoz de Putin no ha comentado sobre el plan de paz propuesto por Turquía, que incluye un posible alto el fuego y la idea de prohibir la adhesión de Ucrania a la OTAN en la próxima década, medida que sería presentada en la cumbre del G-20 en Brasil. La iniciativa turca busca detener el conflicto actual y establecer una zona desmilitarizada, pero sus detalles aún deben ser negociados y discutidos en el escenario internacional.
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