En el contexto de las próximas elecciones en Rumania, George Simion, un candidato presidencial de tendencia nacionalista, ha declarado su intención de bloquear ciertas decisiones de la Unión Europea que considera «locas» si resulta vencedor. Simion, conocido por su postura euroescéptica, señaló que su principal objetivo es defender los intereses de Rumania frente a lo que percibe como políticas perjudiciales de la UE. Este posicionamiento ha generado debate y captura el interés de un segmento considerable del electorado que se muestra crítico con las directrices europeas y busca mayor autonomía en aspectos nacionales.
Por otro lado, el candidato Nicusor Dan ha decidido modificar su estrategia política para incrementar su atractivo entre los votantes. En un intento por diferenciarse y ganar terreno ante sus rivales, Dan busca ampliar su base electoral abordando temas de interés social y económico que resuenen con un espectro más amplio de la población. Este cambio de enfoque representa un esfuerzo por revitalizar su campaña, que había mantenido una postura más técnica y menos centrada en el electorado masivo. Ambas estrategias reflejan una campaña que se perfila como altamente competitiva y polarizada de cara a las elecciones presidenciales.
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