Rosa María Payá logró obtener los votos necesarios para una importante resolución a pesar de la fuerte oposición ejercida por los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estos países, conocidos por sus gobiernos autoritarios, lanzaron una intensa campaña de presión para frenar el avance de la iniciativa liderada por Payá, quien ha sido una destacada activista por la democracia y los derechos humanos. La campaña de estos gobiernos incluyó diversos mecanismos de influencia y ataques mediáticos con el objetivo de socavar el apoyo a Payá.
Paralelamente, ciertos sectores de la izquierda también se opusieron a la iniciativa, argumentando diferentes objeciones políticas. Sin embargo, el respaldo internacional a Payá fue contundente y demostró una creciente preocupación global por la situación en estas naciones caribeñas y latinoamericanas. La victoria de Payá marca un momento significativo en la lucha por los derechos fundamentales en la región, subrayando la importancia del activismo internacional frente a las tácticas de represión estatal promovidas por las dictaduras.
Leer noticia completa en El Mundo.