España, un país que celebra el verano, ve cómo su población elige cada vez más actividades al aire libre, siendo la playa una de las favoritas. No obstante, esta afluencia a los arenales conlleva riesgos asociados a la exposición solar, lo que resalta la necesidad de una correcta protección con productos adecuados para evitar daños en la piel. La falta de precaución puede llevar a problemas severos como melasma, quemaduras e incluso cáncer de piel, así como a molestias inmediatas como dermatitis y picores, que algunos erróneamente relacionan con alergias solares.
La médica y nutricionista Gabriela Pocoví explica que estos síntomas son reacciones del cuerpo a la inflamación provocada por la liberación de histamina, no una alergia en sí misma. Para mitigar los efectos de la exposición solar, recomienda adoptar una dieta antiinflamatoria, evaluar desequilibrios intestinales y asegurarse de mantener niveles adecuados de vitamina D. Asimismo, sugiere acostumbrar al cuerpo a cambios de temperatura mediante exposiciones cortas al sol, utilizando protección solar después de un inicio gradual. También ofrece consejos para quienes sufren estos síntomas en climas fríos, enfatizando la importancia de la adaptación gradual.
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