En la reciente corrida de toros, el valenciano logró destacarse al mostrar la impresionante movilidad de uno de los toros más destacados de la ganadería Fuente Ymbro. Su actuación no solo cautivó al público, sino que también le valió cortar una merecida oreja, resaltando su habilidad y destreza en la lidia. A lo largo del evento, la tensión y la emoción fueron palpables, con un público entregado que disfrutó de cada faena de la tarde.
Por otro lado, el mexicano también dejó una marca significativa en la jornada, enfrentándose a un lote especialmente violento y duro. Su desempeño fue valorado como importante, dado el desafío que representaron los toros de su lote. En contraste, Curro Díaz no tuvo la misma suerte y se encontró sin opciones para lucirse en el ruedo, dejando el evento con un sabor agridulce. La tarde, en su conjunto, fue un fiel reflejo del arte y la complejidad del toreo, capturando tanto el peligro como la belleza que este espectáculo tradicional ofrece.
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