Rodrigo Paz ha sido elegido como el nuevo presidente de Bolivia tras obtener el 54,5% de los votos en una segunda vuelta electoral, venciendo al candidato conservador Jorge Tuto Quiroga. Esta victoria marca un cambio significativo en el panorama político del país, que durante dos décadas estuvo dominado por la izquierda del expresidente Evo Morales. Paz, perteneciente al Partido Demócrata Cristiano, ha prometido un «capitalismo para todos», atrayendo a una nueva burguesía aimara que surgió durante la era del MAS. Este nuevo enfoque, aunque conservador, no será tan drástico como se anticipaba con Quiroga. La elección de Paz, inesperada para muchos, fue celebrada por su vicepresidente electo Edman Lara, una figura popular en redes sociales.
Durante la campaña, Paz logró captar los votos de seis de los nueve departamentos de Bolivia, incluyendo una victoria contundente en La Paz y Cochabamba. Quiroga, sin embargo, mantuvo el apoyo en Santa Cruz, tradicionalmente opuesto a las políticas de Morales. El proceso electoral se desarrolló con tranquilidad, aunque la jornada estuvo marcada por restricciones de movilidad en las ciudades. Evo Morales, aunque impedido de participar por la Constitución, criticó la elección y se mantiene en el Chapare, donde enfrenta una orden de detención. Paz, quien votó en su ciudad natal de Tarija, ya ha iniciado conversaciones con los partidos del Parlamento para asegurar la gobernabilidad y avanzar con sus reformas propuestas.
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