En un reciente episodio del programa «First Dates», Robert, un ingeniero técnico de Sabadell, confesó que siempre había deseado ser comunicador o locutor, pero que su dificultad para pronunciar la letra «R» le había impedido seguir esa carrera. Durante su participación, Robert habló abiertamente sobre su vida amorosa, admitiendo que nunca había tenido suerte en el amor y que a sus 46 años, aún era virgen. Además, se emocionó al recordar a su tía fallecida, describiéndola como una figura materna crucial en su vida.
La cita de Robert fue Anna-Lena, una profesora alemana residente en Málaga, quien comparte su interés por la religión. Sin embargo, los ideales y expectativas religiosas de ambos no coincidieron, ya que Anna-Lena buscaba a alguien que compartiera su fervor espiritual. Aunque Robert expresó su deseo de tener una segunda cita, Anna-Lena decidió no continuar, aludiendo a sus diferencias en la vivencia de la fe. La velada, cargada de sinceridad y momentos emotivos, dejó claro que, aunque las aspiraciones y realidades no siempre se alinean, el intercambio honesto puede resultar en un valioso aprendizaje personal.
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