Durante su discurso de agradecimiento en el prestigioso Festival de Cannes, un conocido actor aprovechó la plataforma para criticar duramente la política del presidente de Estados Unidos. En una intervención cargada de emoción, calificó las políticas gubernamentales de «fascistas», generando una fuerte reacción tanto dentro como fuera del ámbito cinematográfico. El actor subrayó la importancia de alzar la voz ante lo que considera una amenaza a los derechos fundamentales y alentó a sus colegas a no quedarse en silencio ante estas situaciones.
La declaración resonó entre los presentes, llevando el debate político al centro de un festival conocido por su glamour y enfoque en el cine. Aunque el evento está tradicionalmente centrado en la celebración del arte cinematográfico, no es la primera vez que se convierte en escenario de declaraciones políticas contundentes. Esta intervención específica reavivó discusiones sobre el papel de las celebridades en la política y su influencia en la opinión pública. Mientras tanto, el actor sigue firme en su postura, reafirmando su compromiso con la lucha por los derechos humanos en el ámbito internacional.
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