Robbie Williams, el icónico cantante británico, ha utilizado su perfil de Instagram para abrirse sobre las dificultades de ser una figura pública en constante demanda. En una publicación detallada, Williams narra una serie de interacciones durante un vuelo a través de América que le llevaron a reflexionar sobre el peso de ser siempre accesible para sus fans. A pesar de su amplia trayectoria y de haber lidiado con la fama por casi cuatro décadas, el cantante admite que la ansiedad y el estrés asociados con estas situaciones aún le afectan profundamente. Subraya el dilema de cumplir con las expectativas de aquellos que lo idolatran, mientras intenta mantener un sentido de normalidad y proteger su espacio personal, especialmente cuando se encuentra en compañía de sus hijos.
A lo largo de su comunicado, Williams no solo comparte su experiencia personal, sino que también lanza una crítica a lo que considera un concepto desfasado sobre el deber de las celebridades hacia sus admiradores. Según el artista, muchos autoproclamados seguidores son más aficionados al brillo de la fama que a su música en sí. Aun así, expresa gratitud hacia aquellos auténticos seguidores que realmente aprecian su trabajo. Paralelamente, reflexiona sobre los retos de mantener su salud mental y equilibrio familiar, especialmente cuando enfrenta la presión constante de ser abordado en público. Su mensaje concluye con un agradecimiento por el espacio para expresar estas preocupaciones y con un toque de humor que aligera el peso de sus confesiones, manteniendo a su audiencia enganchada a su autenticidad y vulnerabilidad.
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