La portavoz del Partido Socialista se enfrenta a una creciente controversia tras negar rotundamente en el Senado cualquier vinculación con la empresa Aldama durante su mandato como ministra. Sin embargo, la situación se ha complicado luego de que salieran a la luz más de 40 mensajes de WhatsApp que sugieren lo contrario, evidenciando un posible vínculo que previamente no había sido divulgado. Estos mensajes han avivado el debate y generado dudas sobre la transparencia en su gestión pública, poniendo en riesgo no solo su credibilidad personal sino también la del partido al que representa.
En medio de este escándalo político, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha intensificado la presión solicitando públicamente la dimisión de la portavoz socialista. La oposición ha aprovechado la ocasión para criticar la integridad del gobierno y llamar a una investigación exhaustiva sobre los lazos entre la portavoz y Aldama. La situación ha generado un torbellino mediático que amenaza con tener implicaciones políticas significativas, en un momento en que la confianza pública en los dirigentes políticos es más crucial que nunca.
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