En una noche en la que la magia y la ilusión impregnaron las calles de Madrid, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente hicieron su esperado recorrido en la cabalgata organizada por el Ayuntamiento de la capital. Bajo el lema ‘La noche de los deseos cumplidos’, el evento, que cada año se presenta como uno de los momentos más esperados por niños y adultos, volvió a llenar de alegría y esperanza a todos los presentes.
Este año, la cabalgata fue encabezada por la bandera de la Comunidad Valenciana, llevada por representantes de la Casa de Valencia en Madrid, una simbólica elección que marcó el inicio del esperado desfile que culminó en la emblemática plaza de Cibeles. Allí, el alcalde José Luis Martínez-Almeida dio la bienvenida a los Reyes Magos exaltando a Madrid como “la ciudad más maravillosa del mundo”, asegurando que “os recibe con los brazos abiertos”. En su discurso, Martínez-Almeida subrayó la esencia mágica de “la noche de la ilusión” y recordó a Sus Majestades que los niños de la ciudad se han comportado con ejemplaridad, con lo cual “esta noche, no está permitido el carbón”.
Los Reyes Magos, visiblemente emocionados, expresaron su agradecimiento por el cálido recibimiento que la capital les brindó. Melchor, el primero en tomar la palabra, hizo un emotivo viaje al pasado, recordando aquel primer peregrinaje hace más de dos milenios cuando “nos guiaba una estrella y nos movía la esperanza». Melchor remarcó que la esperanza sigue presente «en cada uno de vosotros», y destacó la importancia de los niños como «la esperanza del mundo». Además, aseguró que Sus Majestades tenían el firme propósito de hacer realidad los deseos plasmados en las miles de cartas recibidas, subrayando que las sonrisas más preciadas están relacionadas con “la salud, la paz y el bienestar”.
Gaspar, en un discurso cargado de valores, incentivó a mantener vivo “el deseo y la esperanza”, especialmente en fechas como esta donde el encuentro y la celebración son protagonistas. Recordó que en un mundo donde ocurren maravillas como los avances científicos y la solidaridad, “la alegría debe repartirse entre todos”. Y aseguró que cada niño que desea ser mejor “ya lo ha conseguido” porque atributos como la amabilidad y la generosidad son esenciales para un mundo mejor.
Baltasar, por su parte, dedicó elogios no solo a los madrileños, sino a todos los españoles, destacando “la movilización solidaria” y reconociendo a quienes dedican su esfuerzo a acompañar a personas con necesidades especiales. Enfatizó la importancia de los deseos compartidos, asegurando que estos “son los más transformadores”.
El cierre de esta mágica jornada se llevó a cabo con un deslumbrante espectáculo pirotécnico que iluminó el cielo madrileño, al compás de la majestuosa música de «El Mesías» de Handel. La cabalgata, que una vez más logró captar la atención de miles, fascinó a la multitud presente con un cortejo de más de un millar de participantes, entre los que destacaban las carrozas reales que recorrieron el emblemático paseo de la Castellana hasta Cibeles.
El evento no solo fue un desfile, sino un espectáculo en sí, con presentaciones musicales de las compañías TOOMPACK y del cuerpo de baile de la cabalgata. Además, el circo «Circlassica. La Historia Mundial Continúa» de Productores de Sonrisas mantuvo a la audiencia entre aplausos y asombro, asegurando que, una vez más, los Reyes Magos dejaron su marca indeleble en el corazón de Madrid.