Una nueva técnica de trasplante que promete revolucionar el tratamiento de enfermedades cardíacas en recién nacidos ha sido avalada por la Oficina Regional de Trasplantes de Madrid y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Esta innovadora estrategia se centra en trasplantar únicamente una parte del corazón, como la válvula aórtica o pulmonar, a bebés menores de un año que requieren cirugía valvular pero no presentan un fallo cardíaco completo.
El problema actual para estos jóvenes pacientes es que, tras las operaciones habituales, deben someterse a futuros procedimientos quirúrgicos debido a que los materiales biológicos implantados no crecen con el organismo. Según el Dr. Juan Miguel Gil-Jaurena, jefe de Cirugía Cardiaca Infantil, estas repetidas intervenciones podrían evitarse trasplantando tejido valvular humano de un donante, que sí tiene la capacidad de crecer con el niño.
Este avance podría optimizar el uso de las limitadas donaciones de corazones infantiles, priorizando siempre a quienes necesitan un trasplante completo. De esta forma, se pueden aprovechar los corazones disponibles en situaciones específicas, como cuando el órgano es sano pero no hay un receptor inmediato, cuando las válvulas están en buen estado pese a una disfunción del músculo cardíaco del donante, o mediante un trasplante dominó.
El procedimiento seguirá los rigurosos pasos de un trasplante convencional, garantizando así la seguridad y eficacia del mismo. Está especialmente dirigido a niños muy pequeños, quienes se benefician enormemente de una solución adaptable al crecimiento físico. «Esta alternativa podría convertirse en la primera opción de tratamiento en el futuro», afirma Gil-Jaurena, enfatizando que en ausencia de un donante adecuado, se continuará con la cirugía tradicional.
El Hospital Gregorio Marañón, junto con el hospital estadounidense de Duke University, ha liderado el desarrollo de esta técnica, que ahora comienza a aplicarse en España con la colaboración de los hospitales 12 de Octubre y La Paz. No es la primera vez que el Gregorio Marañón se sitúa a la vanguardia: en 2018, realizó el primer trasplante infantil AB0 incompatible del país y en 2021, logró el primer trasplante de este tipo en asistolia, combinando ambas innovaciones.
La presentación de este avance contó con la participación de importantes figuras del ámbito sanitario, como la Dra. Marta Sánchez-Celaya y el Dr. Francisco del Río, junto con profesionales destacados de los hospitales involucrados. Esta técnica representa un gran paso hacia tratamientos más efectivos y menos invasivos para los más jóvenes pacientes cardíacos.