En las profundidades heladas de la península Antártica occidental, un equipo de científicos del Instituto de Ciencias Marinas de Virginia (VIMS) ha desenterrado un secreto milenario: el descubrimiento de una nueva especie marina, el Akarotaxis gouldae, un pez dragón que ha permanecido oculto bajo extensas capas de hielo. Identificado por primera vez a partir de larvas recogidas durante estudios de zooplancton, este curioso hallazgo fue confirmado mediante análisis genéticos que revelaron notables diferencias con su pariente cercano, Akarotaxis nudiceps. Las características únicas del Akarotaxis gouldae, como las bandas distintivas en sus flancos, sugieren que esta especie fue pasada por alto durante décadas. El estudio indica que se originó hace unos 780,000 años, sobreviviendo aislada en profundidades oceánicas, lo que permitió su evolución bajo condiciones extremas del océano Austral.
Sin embargo, este descubrimiento trae consigo un urgente llamado a la acción para proteger a esta especie vulnerable. El Akarotaxis gouldae está amenazado por su limitado hábitat y baja tasa de reproducción. Con la creciente presión de la pesca de krill y la cada vez más visible amenaza del cambio climático, la pérdida de esta especie podría desestabilizar la cadena alimentaria del océano Austral, un ecosistema ya de por sí frágil. Los científicos subrayan la importancia de combinar métodos genéticos modernos con estudios históricos para revelar la biodiversidad aún desconocida. Proteger al Akarotaxis gouldae es crucial, no solo para mantener su existencia, sino también para asegurar la estabilidad del entorno de la península Antártica, preservando su singular equilibrio ecológico frente a las crecientes amenazas ambientales y humanas.
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