La lucha contra el cambio climático es un desafío global, y el transporte público juega un papel crucial en esta misión. Durante la Semana de la Movilidad, Greenpeace destaca que cerca del 30,7% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en España provienen del sector del transporte, con un alarmante 28,4% atribuible al transporte por carretera. Esta dependencia del automóvil privado, alimentado principalmente por combustibles fósiles, no solo incrementa la huella de carbono sino que también consume el 39% de la energía final de España, mayoritariamente importada. Para alcanzar la neutralidad climática, Greenpeace enfatiza la necesidad de descarbonizar el transporte impulsando el transporte público, una alternativa que reduce emisiones, descongestiona el tráfico y mejora la calidad del aire.
En este contexto, Greenpeace propone la creación de T-Lleva, un abono único de transporte que, con una tarifa plana entre 30 y 49 euros mensuales, permitiría el acceso a todos los modos de transporte público en todo el territorio español. Este sistema no solo aumentaría la adopción del transporte público, facilitando la interoperabilidad entre diferentes sistemas de transporte, sino que también ofrecería beneficios económicos y de planificación a los usuarios. La propuesta recibe el respaldo de una reciente encuesta que indica que el 75% de los encuestados considera «muy útil» un abono así. Además, el sistema generaría ingresos sostenibles para la mejora constante del transporte público, mejorando frecuencias, calidad y accesibilidad, en línea con prácticas exitosas en países como Austria y Alemania.
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