Desde que en diciembre el chocolate Dubai, famoso por su relleno de pistacho, se viralizara en redes sociales, la demanda de este fruto seco ha experimentado un notable crecimiento. El pistacho se ha convertido rápidamente en un ingrediente estrella, presente en las cartas de numerosos restaurantes que buscan capitalizar su popularidad. Este auge no solo se refleja en el ámbito gastronómico, sino también en la agricultura: en España, la superficie dedicada a su cultivo ha registrado un sorprendente incremento del 7.900% en la última década.
La fiebre del pistacho se ha visto alimentada por su versatilidad y su percepción como un producto saludable, lo que ha incentivado a los agricultores a invertir en este cultivo. Este fenómeno de expansión no solo beneficia a los productores locales, sino que también posiciona a España como un competidor emergente en el mercado global de los pistachos, anteriormente dominado por países como Estados Unidos e Irán. La tendencia promete seguir, impulsada por el interés constante del sector gastronómico y la demanda de consumidores que buscan nuevas experiencias culinarias.
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