El Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid ha destacado los beneficios económicos, sociales y culturales derivados de tres nuevas iniciativas aprobadas por el Pleno del Ayuntamiento para rehabilitar y valorizar edificios en las populares calles de Gran Vía, Princesa y San Bernardo. Estas medidas buscan incrementar la oferta turística de la ciudad mediante la construcción de un hotel y varios apartamentos turísticos, lo cual promete dinamizar la actividad turística y promover los valores culturales de la capital.
Gran Vía 20: un hotel en un edificio protegido
El primer proyecto aprobado afecta al edificio situado en la calle Gran Via número 20, donde se desarrollará un hotel de 59 habitaciones. Las obras contemplan no solo la adaptación y mejora del inmueble para cumplir con normas de higiene, habitabilidad, protección contra incendios y accesibilidad, sino también la restauración y consolidación del patrimonio arquitectónico. Este inmueble, actualmente en proceso de reestructuración general, ha eliminado previamente elementos no originales del edificio. Contando con 11 plantas y una superficie que aumenta a 5.063 m², el edificio está protegido como Bien de Interés Cultural y su rehabilitación deberá cumplir prescripciones dictadas por las autoridades.
San Bernardo 41: efecto dinamizador en su entorno
El segundo expediente, ubicado en la calle San Bernardo número 41, ha sido aprobado para desarrollar hospedaje con trece apartamentos turísticos. El plan especial subraya el impacto positivo tanto económico como cultural de este uso, mejorando actividades comerciales y de restauración en su entorno céntrico. Pese a no estar incluido en el Catálogo General de Edificios, la parcela está protegida como Bien de Interés Cultural y en la Zona de Protección Acústica Especial del Distrito de Centro.
Princesa 22 y 24: agrupación de parcelas y uso de hospedaje
Por último, el tercer plan especial abarca los edificios en las calles Princesa 22 y 24. La iniciativa agrupa las dos parcelas para implementar 66 apartamentos turísticos, sin modificar la edificabilidad ni el número de viviendas. Construidos en 1935, ambos inmuebles están en buen estado y sus fachadas requieren restauración obligatoria. Las parcelas, catalogadas como Bien de Interés Cultural, contribuyen al Paisaje Cultural de Madrid reconocido por la Unesco.
En resumen, estos proyectos reflejan el compromiso del Ayuntamiento de Madrid para modernizar su infraestructura turística mientras se preserva y promueve el patrimonio histórico de la ciudad. Los nuevos desarrollos no solo buscan atraer a más visitantes, sino también realzar la riqueza cultural y arquitectónica de Madrid, reafirmando su posición como una metrópoli de interés global.
