La Unidad de Neurorrehabilitación Robótica del Hospital Quirónsalud Bizkaia se ha convertido en un punto de referencia para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, destacándose por el uso de tecnología avanzada para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Coincidiendo con el Día Mundial de la ELA, la responsable del centro, Sara García, resaltó la importancia de iniciar terapias en fases tempranas de la enfermedad para optimizar la conservación de funciones motoras y cognitivas.
Los pacientes de esta unidad tienen acceso a una innovadora terapia de rehabilitación mediante robots, como el exoesqueleto HANK. Este dispositivo, equipado con seis articulaciones motorizadas, permite un patrón de marcha más natural y un entrenamiento personalizado, controlado a través de tablets y comandos de voz.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad que afecta a las neuronas motoras, comprometiendo gradualmente el movimiento y funciones vitales. En España, se estima que entre 4,000 y 4,500 personas son afectadas, con un incremento anual en Euskadi de entre 45 y 50 nuevos casos, aproximadamente 22 de ellos en Bizkaia.
García subrayó que la neurorrehabilitación robótica no solo mejora la marcha y el equilibrio, sino que también tiene un impacto positivo en el bienestar emocional y la sensación de autonomía del paciente. La intervención temprana permite aprovechar la plasticidad del sistema nervioso, estimulando habilidades motoras y reteniendo capacidades durante más tiempo.
Este enfoque terapéutico combina tareas cognitivas con ejercicio físico a través de entornos virtuales interactivos, lo que no solo mejora el rendimiento físico sino que también contribuye a la reorganización neuronal, retrasando el deterioro cognitivo asociado a la ELA.
El éxito del tratamiento depende en gran medida de la motivación del paciente. Los especialistas aclaran que la robótica potencia la fisioterapia convencional, pero es esencial que el paciente esté activamente involucrado y perciba mejoras en su estado.
Con un enfoque integral, la neurorrehabilitación robótica se presenta como una herramienta crucial para sostener la autonomía y calidad de vida en personas con ELA, cuya esperanza de vida tras el diagnóstico oscila entre dos y cuatro años.
