Un grupo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich ha descubierto que un antidepresivo conocido como vortioxetina puede combatir eficazmente el glioblastoma, uno de los tumores cerebrales más agresivos e incurables. Este hallazgo, publicado en la reconocida revista Nature Medicine, podría revolucionar el tratamiento de estos tumores, ya que la vortioxetina es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica, una frontera que muchos medicamentos no pueden cruzar para llegar al cerebro. Actualmente, las opciones de tratamiento para el glioblastoma incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia, pero la mortalidad sigue siendo alta, con la mitad de los pacientes falleciendo en el primer año tras el diagnóstico. La vortioxetina, ya aprobada por la FDA y Swissmedic para su uso en humanos, podría integrarse rápidamente en el tratamiento estándar, tal y como ha señalado Michael Weller, coautor del estudio y catedrático del Hospital Universitario de Zúrich.
La investigación utilizó una plataforma especial de detección llamada farmacoscopia para analizar tejido canceroso fresco de pacientes. Los resultados revelaron que algunos antidepresivos, particularmente la vortioxetina, eran eficazes contra las células tumorales al activar una cascada de señalización que inhibe la división celular. Los ensayos en laboratorio mostraron resultados prometedores y fueron respaldados por modelos informáticos que analizaron la eficacia de más de un millón de sustancias contra los glioblastomas. Finalmente, la vortioxetina demostró una buena eficacia en ratones, especialmente cuando se combinaba con el tratamiento estándar. Ahora, los investigadores están preparando dos ensayos clínicos en los que los pacientes con glioblastoma recibirán vortioxetina junto con tratamientos convencionales, abriendo una potencial nueva vía para el combate de este devastador tumor cerebral.
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