En un destacado avance en la eficiencia energética en la industria tecnológica, Apple continúa liderando con sus procesadores Apple Silicon, alcanzando un nuevo hito con su último desarrollo, el M3 Ultra. Este procesador, diseñado especialmente para ordenadores de sobremesa de alto rendimiento como el Mac Studio, ha demostrado ser notablemente potente y a la vez extremadamente eficiente.
Un análisis reciente ha puesto de manifiesto que un conjunto de cuatro Mac Studio con M3 Ultra en estado de reposo consume menos de 35 vatios, una cifra que resulta sorprendentemente baja comparada con otros sistemas de alto rendimiento actuales. Esto supone menos de la mitad del consumo de un conmutador de red convencional, que alcanza los 81,9 vatios.
Desde que la empresa de Cupertino comenzó su transición a Apple Silicon en 2020, la arquitectura ARM sobre la que se basan estos chips ha proporcionado mejoras significativas en cuanto a rendimiento y consumo energético. El M3 Ultra, el chip más potente de la línea actual, fusiona 32 núcleos de CPU y 80 núcleos de GPU, ofreciendo un rendimiento extraordinario con un consumo energético optimizado.
Un vistazo a las cifras de consumo revela la ventaja de los Mac Studio: mientras que un clúster de cuatro unidades alcanza entre 32 y 34 vatios en reposo, un procesador como el AMD Ryzen 7 9800X3D supera los 30 vatios, y el Intel Core Ultra 9 285K se sitúa en 12 vatios. Esto pone en evidencia la capacidad de Apple Silicon de proporcionar un rendimiento impresionante con un consumo de energía drásticamente reducido.
La eficiencia del M3 Ultra no solo se nota en estado de reposo, sino también bajo carga. Al someterse a tareas intensivas, como la codificación de video, el rendimiento del chip alcanza un consumo de 77,3 vatios, considerablemente inferior a rivales como el Ryzen 9 7950X de AMD con 172,6 vatios, y el Core i9-14900K de Intel, que se aproxima a 300 vatios.
Con estas innovaciones, Apple demuestra estar logrando un equilibrio sobresaliente entre rendimiento y eficiencia energética, consolidando su posición en un mercado en el que la sostenibilidad y el consumo eficiente son cada vez más críticos. Esta característica no solo beneficia a los usuarios profesionales, sino que también contribuye a una solución más sostenible en términos de impacto energético en diferentes entornos de trabajo.
La adopción de la arquitectura ARM ha permitido a Apple desarrollar sus chips de manera más competitiva y eficiente, en comparación con las arquitecturas x86 tradicionales de Intel y AMD. Este avance se traduce en un beneficio tangible para sectores profesionales que requieren potencia de cálculo y, al mismo tiempo, buscan mitigar los costes operativos en sus clústeres de alto rendimiento.
Con el M3 Ultra, Apple no solo confirma que es viable mantener un alto nivel de procesamiento con un consumo moderado, sino que también abre el camino hacia nuevas configuraciones que fomenten la eficiencia energética. Este enfoque refuerza su compromiso con una informática más sostenible, estableciendo un nuevo estándar en la industria de los chips de alto rendimiento y posicionando a Apple a la vanguardia de la innovación tecnológica.