OpenAI ha dado un paso importante al abrir su generador de videos impulsado por inteligencia artificial, Sora, al público en Estados Unidos. Tras un lanzamiento inicial restringido a un selecto grupo de artistas, cineastas y evaluadores de seguridad, el innovador producto finalmente está a disposición de un público más amplio. Esta decisión sigue al éxito del lanzamiento de prueba en febrero, cuando la demanda superó las expectativas, obligando temporalmente a suspender nuevas inscripciones debido a la congestión del sitio web.
Sora transforma texto en video, permitiendo la creación de clips a partir de simples instrucciones escritas. Uno de los ejemplos más llamativos en el sitio web de OpenAI muestra mamuts lanudos caminando tranquilamente a través de un desierto. OpenAI ha comunicado a través de un blog su deseo de que Sora estimule la creatividad e innovación en la narración visual, aprovechando las sofisticadas técnicas de video.
Con el respaldo de Microsoft, OpenAI continúa consolidando su liderazgo en el sector de la inteligencia artificial generativa. La compañía ya es conocida por productos como ChatGPT y su generador de imágenes Dall-E, y ahora añade Sora a su creciente portafolio. OpenAI tiene actualmente una valoración cercana a los 160.000 millones de dólares.
Antes del lanzamiento público, la herramienta fue evaluada por personalidades influyentes como el crítico de tecnología Marques Brownlee, quien la calificó de «intrigante y sorprendente», aunque señaló ciertos errores en la representación física. Algunos cineastas también indicaron la presencia de peculiares errores visuales en las pruebas iniciales.
Sora ofrece la posibilidad de crear videos de hasta 20 segundos en diferentes formatos de aspecto. Su plataforma web permite a los usuarios organizar y visualizar sus producciones, y ofrece avanzadas herramientas de edición como Remix y Storyboard. Sin embargo, acceso a estas funcionalidades completas está restringido a los suscriptores del plan Pro de ChatGPT, con un costo de 200 dólares mensuales que incluye generaciones ilimitadas, salidas de alta resolución y videos sin marcas de agua.
OpenAI ha implementado restricciones para controlar el tipo de contenido que se puede generar con Sora, limitando las cargas relacionadas con personas reales, menores y material protegido por derechos de autor. Por ahora, solo un reducido grupo de usuarios tendrá la capacidad de subir contenido que incluya personas reales.
El lanzamiento de Sora ha evitado ciertos mercados, excluyendo a la Unión Europea, el Reino Unido y otras regiones, en respuesta a complejas regulaciones como el Acta de Seguridad Online del Reino Unido y el Acta de Servicios Digitales de la UE. Este panorama regulatorio presenta un reto para la expansión de OpenAI, especialmente en lo que respecta al cumplimiento con la normativa de privacidad, como el GDPR.
A pesar de sus logros tecnológicos, Sora no ha estado libre de controversias. Algunos artistas descubrieron una laguna en el sistema que les permitió protestar contra el potencial impacto negativo de la inteligencia artificial en sus campos. Además, preocupaciones sobre la generación de contenido incorrecto o plagiado levantan alertas sobre el posible uso de Sora para crear deepfakes y otros medios engañosos.
En un intento por gestionar estos riesgos, OpenAI ha implementado salvaguardas en Sora, restringiendo reproducciones de individuos específicos y contenido explícito, buscando minimizar su uso indebido. Mientras tanto, continúa proporcionando acceso al generador de video a suscriptores en EE.UU. y varios otros países alrededor del mundo, salvo el Reino Unido y Europa.