Nueva York / San Francisco / Londres / Copenhague — La startup Normal Computing ha logrado un avance significativo en el ámbito de la tecnología con el tape-out de CN101, el primer chip de computación termodinámica del mundo. Este desarrollo marca el comienzo de una nueva era en la computación de alto rendimiento, utilizando un enfoque innovador que podría superar la eficiencia energética de las CPUs y GPUs tradicionales en hasta 1.000 veces en tareas específicas de inteligencia artificial y computación científica.
Fundada en 2022 por exmiembros de Google Brain, Google X y Palantir, Normal Computing busca redefinir las leyes de escalado en inteligencia artificial en un contexto donde las restricciones energéticas son cada vez más estrictas.
La computación termodinámica representa un cambio radical al emplear la aleatoriedad y el ruido térmico como elementos de cálculo, rompiendo con la lógica puramente determinista de los procesadores convencionales. Según IEEE Spectrum, este método está llamado a ser disruptivo, facilitando procesos estocásticos que aceleran el razonamiento de la IA. El CN101 se enfoca principalmente en álgebra lineal y operaciones matriciales, así como en muestreo estocástico mediante Lattice Random Walk (LRW).
Normal Computing ha delineado un plan de desarrollo ambicioso. A partir del CN101, la empresa proyecta lanzar el CN201 en 2026, optimizado para modelos de difusión de alta resolución, y el CN301 a principios de 2028, diseñado para modelos avanzados de difusión de vídeo. Tras el tape-out, la compañía entra en una fase de caracterización y benchmarking para ajustar y optimizar su arquitectura antes de la producción masiva.
El CEO, Faris Sbahi, ha destacado la urgencia de un cambio de paradigma ante la inminente saturación de las arquitecturas actuales. Mientras tanto, el director científico, Patrick Coles, planea demostrar este año las aplicaciones clave del CN101, con vistas a alcanzar un rendimiento de vanguardia en 2026 y soluciones más avanzadas en 2028.
La computación termodinámica se presenta como una tecnología que complementa a las CPUs y GPUs, especialmente en tareas donde la eficiencia energética y la latencia son críticas. Sin embargo, Normal Computing se enfrenta al reto de demostrar la escalabilidad industrial y convencer a grandes operadores para integrar este hardware en sus entornos.
Este anuncio se alinea con la tendencia hacia arquitecturas especializadas que intentan superar la dependencia de la Ley de Moore, explorando principios físicos innovadores para el cálculo. Con el prestigioso respaldo de su equipo fundador y la creciente atención científica, CN101 podría ser el inicio de una transformación significativa en el hardware para inteligencia artificial.
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