En noviembre de 2028, Maya experimenta una Navidad sin complicaciones gracias a su agente de inteligencia artificial, que gestiona su lista de regalos de forma eficiente y casi silenciosa. Este avance representa una evolución significativa desde los rudimentarios chatbots de 2024. El agente de Maya es capaz de analizar especificaciones de productos, comparar precios y tomar decisiones de compra basadas en sus preferencias predefinidas. “Las botas para tu hermana”, le informa, “son de esa marca sostenible que mencionaron el mes pasado; las encontré con un 20% de descuento y confirmé que llegarán antes de la reunión familiar”. Lo que solía ser una tarea que consumía horas ahora se realiza automáticamente, en una web adaptada para interacciones centradas en agentes.
Con el final de 2024 acercándose, el paradigma de la construcción e interacción con internet está cambiando. Los avances en las capacidades de razonamiento de la inteligencia artificial han llevado a empresas como Google, Apple, OpenAI y Anthropic a centrarse en los agentes de IA para 2025. Esta transformación promete ser tan impactante como las revoluciones de la web y los dispositivos móviles, ofreciendo una interfaz más intuitiva y capaz.
Jensen Huang, CEO de Nvidia, ha declarado recientemente que «no hay duda de que tendremos empleados de IA de todo tipo» que potenciarán cada trabajo dentro de las empresas. Gartner anticipa que para 2028, el 33% de las aplicaciones de software empresarial incluirán IA agentiva, permitiendo que el 15% de las decisiones laborales diarias se tomen de forma autónoma. Este desarrollo rápido es comparable a la revolución móvil de principios de la década de 2010, pero con implicaciones más profundas para nuestra interacción con los servicios digitales.
Surge así el concepto de diseño «responsivo para agentes» (agent-responsive design), que propone transformar las páginas web para facilitar la navegación de los agentes. Inicialmente, estas páginas mantendrán interfaces duales: una para usuarios humanos y otra optimizada para agentes.
Con la evolución de la web hacia un modelo que prioriza la interacción con agentes, el diseño se simplificará, eliminando elementos innecesarios y centrando la atención en la funcionalidad. Plataformas como Shopify y Wix deberán adaptarse para incluir capas de interacción de agentes, democratizando el acceso a la economía centrada en estos agentes. Ignorar esta tendencia podría conllevar un riesgo significativo de invisibilidad en el nuevo panorama digital, donde la optimización para agentes se volverá clave para el compromiso y el comercio.