La directora de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, anunció este lunes que, por orden del presidente Donald Trump, se han revocado los permisos de seguridad de destacados miembros de la anterior administración de Joe Biden. Esta medida alcanza al exsecretario de Estado, Antony Blinken, al exasesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y a otros funcionarios de alto perfil, como la ex «número dos» del Departamento de Justicia, Lisa Monaco. Además, se ha interrumpido el envío de informes diarios al expresidente Biden. La decisión también afecta a los 51 agentes de inteligencia que en 2020 firmaron una carta sugiriendo que la polémica en torno al portátil del hijo de Biden, Hunter, tenía las características de una desinformación rusa, lo que Gabbard catalogó como «carta de desinformación».
Desde su retorno al poder, Trump ya había advertido sobre la suspensión de tales autorizaciones de seguridad. Los funcionarios firmantes habían cuestionado la autenticidad de correos electrónicos difundidos por «The New York Post» y supuestamente provenientes de un portátil abandonado por Hunter Biden en Delaware. Dichos correos sugieren que el entonces vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, había presentado a su hijo con un ejecutivo de Burisma Holdings, una compañía ucraniana en el ojo de una investigación por el fiscal Víktor Shokin. Los aliados de Trump han alegado que Biden presionó para la destitución de Shokin para proteger a su hijo, quien trabajaba como asesor de la firma. Esta reactivación deliberada de una antigua controversia refleja el clima político polarizado en el país bajo la nueva gestión de Trump.
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