Con el final del verano, la piel sufre las consecuencias de la exposición excesiva al sol, el cloro de las piscinas y otros factores que pueden debilitar su salud y aspecto. Es en esta época del año, durante los meses de otoño, cuando se recomienda un reseteo cutáneo para que la piel recupere su vitalidad y suavidad. Uno de los tratamientos más destacados para lograr este objetivo es el microneedling, una técnica que promete renovar la piel al estimular su regeneración a través de pequeñas punciones. Este procedimiento no solo mejora la textura de la piel, sino que también favorece la producción de colágeno, lo que resulta en una apariencia más saludable y radiante.
El otoño se presenta como el momento ideal para el microneedling, ya que las temperaturas son más moderadas, y es más fácil evitar la fuerte exposición al sol que puede ocurrir en verano. Durante este periodo, la piel tiene mayores oportunidades para recuperarse y beneficiarse de los tratamientos sin el riesgo de daños adicionales. Con la llegada del frío, la atención a la hidratación y la nutrición, junto con la adopción de procedimientos como el microneedling, puede ser clave para restaurar la luminosidad perdida y preparar la piel para enfrentar las bajas temperaturas del invierno.
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