Irán ha mantenido su capacidad para enriquecer uranio a nivel militar bajo la montaña, según expertos que indican la probabilidad de que el país haya perdido gran parte de sus centrifugadoras en la planta de Fordow. Este desarrollo preocupa a la comunidad internacional, dado que el enriquecimiento de uranio es un paso crucial hacia la posibilidad de desarrollar armas nucleares. A pesar de las pérdidas, la instalación subterránea sugiere que Irán podría estar implementando más instalaciones similares, lo que representa un desafío significativo para la diplomacia y la supervisión internacional.
La planta de Fordow, inicialmente desconocida para el público, ha sido durante mucho tiempo el foco de las tensiones entre Irán y las potencias occidentales. Los analistas creen que este sitio, conocido por su capacidad de resistir ataques aéreos, puede ser sólo el primer paso de una serie de desarrollos subterráneos que buscan asegurar una infraestructura nuclear más resistente y discreta. Esta posibilidad subraya la necesidad de una vigilancia continua y acuerdos diplomáticos eficaces para limitar el potencial nuclear de Irán y mantener la estabilidad en la región.
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