Una figura pública ha expresado una aguda crítica hacia el personal sanitario que estuvo encargado de atender a su padre mientras se encontraba bajo cuidado médico domiciliario. La denuncia se centra en lo que describe como una atención negligente y deficiente, que habría comprometido el bienestar del paciente durante un periodo crítico de su tratamiento. Según sus afirmaciones, se detectaron múltiples fallos en el protocolo de atención, que incluyeron desde errores en la administración de medicamentos hasta una falta general de supervisión adecuada por parte de los profesionales a cargo.
Este llamado de atención no solo pone en tela de juicio la calidad del servicio ofrecido por el equipo médico asignado, sino que también reabre el debate sobre la eficacia y los controles de calidad en la atención domiciliaria. La situación resalta la necesidad de una revisión exhaustiva de los procedimientos operativos y el compromiso de los trabajadores sanitarios en el cuidado de pacientes vulnerables fuera de un entorno hospitalario. Además, este incidente ha generado una oleada de reacciones, subrayando un aparente descontento general con los servicios de salud, y ha llevado a las autoridades a considerar el inicio de una investigación más exhaustiva dentro del sector.
Leer noticia completa en El Mundo.