Tres segundos después del despegue, los interruptores de combustible de los motores de un avión pasaron inesperadamente de ‘Run’ a ‘Cut off’, cortando el suministro de queroseno y causando un fatal accidente. Este repentino fallo técnico dejó sin potencia a la aeronave en un momento crítico, impidiendo cualquier reacción efectiva por parte de la tripulación para intentar controlar la situación. La falta de combustible inevitablemente llevó a una rápida pérdida de altura, concluyendo en un impacto devastador.
Las investigaciones preliminares apuntan a un fallo en el sistema de gestión de combustible como la causa del accidente. Expertos en aeronáutica están examinando por qué los interruptores cambiaron de posición y si se trató de un error mecánico o tecnológico. Las autoridades han iniciado una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad y mantenimiento para prevenir que este tipo de incidentes se repita en el futuro, mientras las familias de las víctimas empiezan a recibir apoyo y buscan respuestas a sus preocupaciones.
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