Soledad Torres Guijarro, ingeniera y doctora por la Universidad Politécnica de Madrid, se destaca como una profesora e investigadora en la Universidad de Vigo. Como miembro del Grupo de Tecnologías Multimedia del centro AtlanTTic, su trabajo se centra en el procesamiento de señales de audio y estudio del ruido ambiental, específicamente en entornos submarinos.
Torres ha llevado su experiencia en ruido ambiental y su pasión por la vela y el medioambiente al ámbito submarino a través del Campus do Mar, una iniciativa de su universidad para promover los estudios marítimos. Su investigación subraya la importancia de la monitorización acústica pasiva con hidrófonos para comprender mejor los ecosistemas oceánicos. «El sonido en el mar se propaga muy bien, proporcionándonos gran cantidad de información sobre lo que sucede en las profundidades. Nos ayuda a hacer recuento de poblaciones y evaluar el estado de la biodiversidad», explica Torres.
El ruido de los puertos marítimos es una considerable fuente de contaminación acústica, afectando tanto a humanos como a la fauna marina. Aunque los humanos no perciben mucho sonido bajo el agua debido a la limitada adaptación de nuestros oídos, la fauna marina sufre significativamente. Estudios han demostrado que animales como los calamares pueden sufrir sordera temporal debido al constante paso de barcos, una problemática especialmente presente en áreas portuarias.
Para abordar esta contaminación acústica, Torres propone implementar medidas similares a las de reducción de ruido urbano, como la disminución de la velocidad de las embarcaciones y el mantenimiento adecuado de los barcos. Ella menciona a Vancouver como un ejemplo exitoso, donde se recomienda a la mayoría de los barcos no superar cierta velocidad al pasar por canales con alta presencia de cetáceos.
Además de su labor en acústica submarina, Torres participa en un proyecto nacional de reconocimiento automático de lengua de signos mediante visión artificial. Esta iniciativa utiliza procesamiento de vídeo y redes neuronales para desarrollar herramientas como SignaMed, un diccionario de signos médicos que permite a las personas sordas acceder a información mediante los propios signos.
Comprometida con la integración de las mujeres en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), Torres es parte de la junta directiva de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) y preside la asociación Nós Mesmas, que defiende los derechos de las mujeres LBT. Denuncia la discriminación de género y la baja presencia femenina en áreas tecnológicas, afirmando que las mujeres enfrentan un entorno laboral penalizado por estereotipos de género y un fenómeno de «tubería que gotea», donde la tasa de abandono es mayor que en los hombres.
También trabaja en la evaluación de sesgos de género mediante inteligencia artificial. Sus sistemas detectan mensajes sexistas en redes sociales, evidenciando que los perfiles femeninos suelen recibir comentarios más negativos, frecuentemente enfocados en aspectos físicos en lugar de su competencia profesional. Torres subraya la necesidad de que plataformas como Google, Facebook, Twitter e Instagram tomen medidas para eliminar estos mensajes, aunque reconoce que dichas empresas prosperan en la controversia.
Para las ingenieras y científicas del colectivo LBT, el entorno dominado por hombres representa un desafío aún mayor. Torres señala que aquellas que comparten públicamente su orientación sexual enfrentan una discriminación adicional, haciendo más difícil establecer relaciones laborales y personales esenciales para su carrera. «Cada eje de discriminación añadido coloca a una en un escalón más bajo en la pirámide del bienestar laboral», afirma Torres. La falta de inclusividad, agrega, socava las oportunidades y reduce la diversidad de referentes necesarios para enriquecer el sector STEM.