La economía de Japón sufrió una contracción del 0,2% en el primer trimestre de 2025, marcando la primera caída en un año y contrastando con el crecimiento del 0,6% registrado en el último trimestre de 2024. La Oficina del Gabinete del Gobierno informó que la disminución de la actividad se debió a un fuerte retroceso de las exportaciones y un aumento significativo de las importaciones. El consumo de los hogares y el gasto público se estancaron, mientras las exportaciones cayeron un 0,6% y las importaciones se incrementaron un 2,9%. El resultado favorable del PIB al cierre del año pasado había sido impulsado por el gasto empresarial, aunque ya entonces se alertaba sobre el débil consumo privado, afectado por la inflación.
A nivel mundial, Japón fue la economía más débil entre las principales potencias. La eurozona registró un crecimiento del 0,3%, Reino Unido avanzó un 0,7% y Estados Unidos tuvo una leve contracción del 0,1%. En contraste, China, la segunda mayor economía global, creció un 1,2%. Este contexto global se vio influido por las políticas comerciales de la administración Trump, que pactó una tregua arancelaria excluyendo inicialmente a China. Sin embargo, recientemente, Washington y Pekín alcanzaron un acuerdo para reducir tarifas comerciales, con efecto inmediato durante un período de 90 días en el que ambas naciones disminuirán significativamente sus aranceles.
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