El gobierno de Israel ha presentado un recurso contra la decisión del Tribunal Penal Internacional (TPI) tras la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant. Estas órdenes los acusan de responsabilidad en crímenes de guerra y lesa humanidad en la Franja de Gaza. En una rueda de prensa celebrada en Praga, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, calificó la medida del TPI como una «injustificada persecución» contra Israel y afirmó que el país no escatimará esfuerzos para proteger su derecho a la autodefensa. Además, Saar instó a Estados Unidos a tomar represalias contra el tribunal internacional, sugiriendo incluso la pronta aprobación de una ley que sancione a quienes cooperen con la institución con sede en La Haya.
En el ámbito militar, Saar reiteró el compromiso de Israel de continuar sus acciones en Gaza hasta lograr sus objetivos, que incluyen la liberación de rehenes en manos de Hamás y la eliminación del control de esta organización sobre la Franja. Sin embargo, destacó que no hay intenciones de intervenir en la vida civil del enclave palestino una vez finalizado el conflicto. Estas declaraciones se producen en un contexto en el que Israel ha alcanzado recientemente una tregua con la milicia Hezbolá en Líbano, lo que ha llevado a la comunidad internacional a solicitar la ampliación de este acuerdo al frente en Gaza. La situación en Oriente Próximo sigue siendo volátil y compleja, con implicaciones tanto regionales como internacionales.
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