Kanye West, ahora conocido como Ye, busca redimir su imagen en medio de una carrera plagada de controversias y turbulencias personales. El rapero llegará a Ciudad de México el 30 de enero de 2026, marcando su primera presentación en el país desde 2008. Las polémicas han perseguido a West durante años, desde su alegada crisis mental tras la muerte de su madre, hasta sus comentarios racistas y antisemitas. Su diagnóstico de trastorno bipolar tipo 1 y su apoyo a figuras controvertidas como Adolf Hitler y Donald Trump han sido combustible para el escrutinio público. Los episodios erráticos han incluído afirmaciones inverosímiles sobre su familia y la expresión de teorías conspirativas, todo lo cual ha afectado su reputación artística y personal.
En un intento por mitigar el impacto de sus palabras y acciones pasadas, recientemente se reunió con el rabino Yoshiyahu Pinto en Nueva York para disculparse por sus comentarios antisemitas. Este encuentro, capturado en video y compartido por el rabino en Instagram, muestra a West responsabilizándose de sus actos y atribuyendo sus controversiales declaraciones a su biporalidad. A pesar de haber enfrentado consecuencias serias, como la prohibición de ingresar a Australia tras el lanzamiento de una canción que glorificaba el nazismo, West parece estar enfocado en reparar los lazos que rompió. Su capacidad para hacerlo de manera efectiva queda por verse, pero su concierto en Ciudad de México podría ser un paso hacia una nueva narrativa pública.
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