Toledo, con una población de poco más de 86,000 habitantes, ha experimentado un notable aumento en el turismo durante los primeros seis meses del año, recibiendo casi 300,000 visitantes y generando cerca de medio millón de pernoctaciones. Ante este crecimiento, el Ayuntamiento ha decidido implementar medidas para regular el turismo en el casco histórico, convirtiendo a Toledo en la primera ciudad de España en contar con una ordenanza municipal específica al respecto. Esta normativa, que busca equilibrar la convivencia entre residentes y turistas, se encuentra en fase de aprobación y entrará en vigor en septiembre.
La ordenanza establece límites en el tamaño de los grupos turísticos, restringiendo los mismos a un máximo de 30 personas en zonas saturadas, y prohíbe el uso de megáfonos y altavoces en horarios nocturnos. Además, se implementarán medidas de movilidad en calles estrechas y se sancionará a los responsables de grupos que no cumplan con las nuevas directrices. El Ayuntamiento también planea regular los servicios de tren y autobús turístico, como parte de un esfuerzo más amplio para gestionar el impacto del turismo en la ciudad.
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