Verónica Abad ha retomado sus funciones como vicepresidenta de Ecuador después de que una sentencia judicial anulara su suspensión de 150 días impuesta por el Ministerio de Trabajo. Esta medida había sido argumentada por el retraso de Abad en trasladarse de Tel Aviv a Ankara tras la escalada de violencia en Israel. La jueza Nubia Vera identificó múltiples violaciones a los derechos constitucionales en el caso e indicó que la ministra de Trabajo, Ivone Núñez, no justificó adecuadamente la sanción, aplicando de manera incorrecta el principio de proporcionalidad. La sentencia también obligó a Núñez a disculparse públicamente con Abad, aunque ha anunciado su intención de apelar. Además, Vera denunció intimidaciones por parte de Mario Godoy, presidente del Consejo de la Judicatura, quien supuestamente intentó influir en su fallo, lo que ha generado una polémica sobre la independencia judicial en el país.
A pesar del fallo judicial a favor de Abad, el gobierno del presidente Daniel Noboa ha mostrado resistencia a esta decisión. Tras la sentencia, Abad intentó ingresar a la Vicepresidencia, pero encontró el edificio militarizado y fue impedida de entrar, lo que calificó como un desacato a la justicia. Mientras tanto, el ministro de Gobierno, José de la Gasca, anunció un nuevo decreto que asigna a Abad la tarea de gestionar las relaciones con Turquía, exigiendo su presencia allí antes del 27 de diciembre. Este acto refuerza la tensión entre Noboa y Abad, cuyo conflicto se remonta a su elección conjunta en 2023. El Ejecutivo también está buscando vías legales para evitar que Abad asuma la presidencia si Noboa se ve obligado a dejar el cargo temporalmente para hacer campaña, a pesar de las controversias legales que esta estrategia pueda generar, resaltando el complejo y tenso panorama político que enfrenta el Ecuador en la actualidad.
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