Desde 1965, este establecimiento ha mantenido su esencia intacta, convirtiéndose en un pilar de la hostelería madrileña. Con más de cinco décadas de trayectoria, ha logrado consolidarse como un referente culinario y social en la capital, siendo testigo de la evolución de la ciudad y la transformación de sus hábitos gastronómicos. Su capacidad para adaptarse sin perder la autenticidad ha sido clave para atraer a una clientela fiel, que aprecia tanto su oferta gastronómica como el ambiente acogedor que lo caracteriza.
En su aniversario, celebra su legado con el reconocimiento de generaciones de madrileños y visitantes que han pasado por sus mesas, degustando platos que son ya clásicos en el imaginario local. Su prestigio no solo se debe a su cocina, sino también al servicio y la atención al cliente, factores que han contribuido a que se mantenga en la cima del sector durante tantos años. Este hito llega en un momento en que la hostelería enfrenta desafíos significativos, reafirmando la importancia de la tradición y la innovación equilibradas.
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