Hoy, en una ceremonia celebrada en el Oratorio de la Casa de la Villa, la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, junto a la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, presentó los resultados de los trabajos de restauración de las pinturas murales de este emblemático lugar. Esta intervención, impulsada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano del Ayuntamiento, ha supuesto una inversión de 241.000 euros y ha culminado en un periodo de nueve meses.
Las obras han devuelto su esplendor original a uno de los conjuntos pictóricos barrocos más destacados del patrimonio madrileño, firmados por el maestro Antonio Palomino en 1696. El proyecto, elaborado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, ha incluido tareas como la limpieza, consolidación y reintegración cromática de las obras.
El estado de conservación de las pinturas era preocupante, especialmente la representación de Santa María de la Cabeza. Las filtraciones y restauraciones previas habían alterado severamente las obras originales. Los trabajos actuales han permitido, respetuosamente, recuperar la belleza y la integridad de estas piezas, devolviéndoles su brillo y equilibrio cromático.
Con motivo de la restauración completada, se han organizado jornadas de puertas abiertas en el Oratorio, ofreciendo a los ciudadanos la oportunidad de apreciar de cerca este valioso patrimonio. Se han dispuesto 162 visitas guiadas gratuitas, distribuidas entre el 10 de mayo y el 6 de julio, con un total de 4.050 plazas disponibles.
La Casa de la Villa, un encargo de Felipe IV en 1629, es un destacado ejemplo del barroco madrileño. Antonio de Palomino, bajo encargo municipal, pintó en 1696 un conjunto de frescos centrados en la Inmaculada Concepción. Su obra, influenciada por maestros como Claudio Coello y Luca Giordano, es ahora accesible nuevamente en todo su esplendor.