La venerada imagen ha sido expuesta en la Basílica tras someterse a dos intervenciones recientes, realizadas con el objetivo de preservar y restaurar su estado. Estos trabajos incluyeron, entre otros detalles, la sustitución de las pestañas de la figura, procedimiento que fue llevado a cabo por expertos conservadores. La decisión de llevar a cabo estas intervenciones responde a la necesidad de mantener la integridad estética de la imagen, considerada de gran valor patrimonial y espiritual para la comunidad local.
La exposición se ha anunciado como un evento de «Veneración Extraordinaria», atrayendo a numerosos fieles y visitantes que han aprovechado la ocasión para apreciar de cerca los resultados de la restauración. Este tipo de actividades no solo resalta la importancia de la conservación del patrimonio religioso, sino que también fortalece el vínculo cultural y devocional que los ciudadanos mantienen con la imagen. Las autoridades eclesiásticas han destacado el éxito de las intervenciones y reiteraron su compromiso con la preservación de este símbolo, garantizando su cuidado para las generaciones futuras.
Leer noticia completa en El Mundo.