El Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid (MARPA), situado en la histórica ciudad de Alcalá de Henares, ha inaugurado una nueva exposición que promete captar la atención de los amantes de la historia y la arquitectura. Bajo el título «El arquitecto Rodolfo García-Pablos en el Palacio Arzobispal de Alcalá (1943-1948)», la muestra ofrece una mirada detallada a la monumental tarea de reconstrucción llevada a cabo tras el devastador incendio que marcó el destino de este emblemático edificio en agosto de 1939.
Hasta el 26 de octubre de 2025, los visitantes tendrán la oportunidad de explorar sin coste alguno cómo García-Pablos, un destacado arquitecto de la época, abordó el complejo desafío de devolver al Palacio Arzobispal su esplendor original. A través de planos, fotografías y documentos de la época, la exposición detalla el enfoque arquitectónico y los procesos técnicos empleados en la restauración de uno de los símbolos más importantes de la ciudad complutense.
El incendio de 1939 dejó una huella imborrable en Alcalá de Henares, arrasando gran parte de la estructura que había sido testigo de siglos de historia. En este contexto, el trabajo de García-Pablos no solo representó un esfuerzo por preservar el patrimonio cultural, sino que también contribuyó a la recuperación del espíritu comunitario y la identidad local, profundamente arraigados en el Palacio Arzobispal.
El MARPA, conocido por su labor de promoción y divulgación del patrimonio arqueológico y paleontológico de la región, reafirma con esta nueva exposición su compromiso por destacar figuras clave en la historia de la Comunidad de Madrid. La muestra promete ilustrar no solo el resultado estético de la reconstrucción, sino también el proceso meticuloso y apasionado del arquitecto, quien supo equilibrar la innovación con el respeto por el estilo original del edificio.
Con esta nueva propuesta cultural, Alcalá de Henares se sitúa una vez más como un referente ineludible para quienes deseen sumergirse en las capas de historia que configuran su identidad. La exposición de Rodolfo García-Pablos en el Palacio Arzobispal no es solo un tributo a la destreza arquitectónica, sino también una invitación a reflexionar sobre el papel esencial de la conservación del patrimonio en la definición de las ciudades modernas.