Una masiva interrupción del suministro eléctrico dejó a más de ocho millones de hogares sin luz desde las primeras horas de la tarde, afectando a numerosas regiones. El corte, que duró más de siete horas, generó un caos considerable con semáforos fuera de servicio, transporte público alterado y miles de personas atrapadas en ascensores. Las autoridades trabajaron de manera intensiva para restablecer el servicio, y para la medianoche la mitad de los afectados había recuperado el suministro eléctrico, aunque de forma inestable. Este incidente resaltó la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica ante posibles fallos técnicos o eventos externos.
La incertidumbre sobre la causa exacta de la falla ha generado preocupación entre los ciudadanos y las autoridades, quienes exigen soluciones a largo plazo para prevenir futuros apagones de esta magnitud. Las autoridades locales y nacionales se comprometieron a investigar a fondo para determinar el origen del fallo y trabajar en posibles actualizaciones de la infraestructura. Además, llamó la atención la necesidad de sistemas de respaldo y planes de contingencia más eficientes para manejar los imprevistos en el suministro de energía. Mientras tanto, se espera que en las próximas horas se restablezca completamente el servicio, aunque todavía persiste la incertidumbre sobre la estabilidad del mismo en las áreas afectadas.
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